Las diferencias ayudan a mejorar las propuestas, pero juntos somos más

Una de las cuestiones por las que los problemas que aquejan a la Argentina no se resuelven es la falta de políticas articuladas que de forma conjunta den una red de soluciones. Un claro ejemplo de estos días es el de los medios de transporte, que tranquilamente podrían contribuir a uno de los temas picantes de la política nacional: el otorgamiento del 82 por ciento móvil de las jubilaciones. Fuentes del Gobierno indicaron que se estudia un plan para adelantarse a la oposición en esta pulseada, pero que todavía hay dudas porque es muy “arriesgado”, y pensando en 2011 los K no pueden “mandarse ninguna cagada como lo de la guía para el aborto”. ¿Qué traman los astutos cráneos gobernantes? Reducir la cantidad de ancianos en la población y tratar de que los más jóvenes lleguen a incorporarse a la población económicamente activa. El plan involucraría al sector sindical automotor.

Un alto funcionario del Gabinete nacional explicó: “La idea es que los choferes de colectivos en lugar de llevarse puestos a pendejos de 5 años, que mañana pueden estar facturando en un concurso de Tinelli y generándonos recaudación, hagan pelota unos cuantos viejos”. El ambicioso plan consistiría en que los colectiveros tengan vía libre “para reventar una fila entera de jubilados que esperan para cobrar”. Ya habrían acordado con las autoridades del Banco Nación, pero el arreglo con el Ciudad estaría trabado por cuestiones de oposición entre la casa Rosada y el Gobierno de la Ciudad.
Es que ni lerdo ni perezoso el jefe de Gobierno de la Ciudad se enteró del proyecto oficialista y puso a trabajar a sus astutos e internacionales asesores de imagen para que idearan algún plan para contrarrestar tan ambiciosa jugada. La primera medida fue la de anunciar la peatonalización de la calle Suipacha. “Con esta excusa al menos les cagamos una calle en donde los bondis no van a poder reventar jovatos”, cuentan por lo bajo en el edificio de Avenida de Mayo.
Pero las medidas de Macri no se quedarían solo ahí. Este fin de semana habría estado grabando una nueva versión de su último spot donde cuenta a los ciudadanos que sabe de sus preocupaciones no porque haga encuestas o estudios sino porque recorre los barrios y los conoce. La versión actualizada rondaría sobre la idea de que sabe de los intereses de la población porque “los escucha” sin molestarlos, que es lo que todo ciudadano de Buenos Aires quiere: “que no le rompan las bolas”, explican desde la productora. “De esta manera matamos dos pájaros de un tiro -dicen-, le damos una excusa al temita del espionaje y parece que nos interesa algo la mierda que tiene la gente en la cabeza”.
Pero el as en la manga de la gestión del ex presidente de Boca sería otro, en la misma línea que el impulsado por el matrimonio K. La dirección de tránsito de la Ciudad está elaborando un plan, no tan audaz como hacer doble mano las avenidas más transitadas de la ciudad y achicar el espacio de todas las calles llenándolas de bicisendas que nadie usa-, pero sí que se las trae. La medida consistiría en prohibir la circulación del tránsito pesado por autopistas y reencausarlo en avenidas como Rivadavia, Callao, Corrientes, Alem y cualquier otra que suela ser centro de protestas con corte de tránsito. Según explican desde la secretaría de Desarrollo Urbano, de esta forma se busca la posibilidad de aumentar las chances de que el container de un camión “haga mierda un montón de negros piqueteros” y no solo a un taxista que “además de transportar a unos turistas que vienen a gastar sus euros en las pelotudeces del tango, seguro se manda alguna y le podemos cobrar una multa”.
Turbulentos días son los que se avecinan en la actividad política de nuestro país. En los meses venideros las elecciones de 2011 comenzarán a posarse en las mentes de nuestros dirigentes, pero como han demostrado estas iniciativas, no por eso dejarán de trabajar en el bienestar de la ciudadanía toda. Así como en cuestiones de mercado, en la política la competencia también sirve para que los oferentes mejoren sus propuestas. Y si bien un producto Adidas nunca será como su símil Avivas, han pasado aquí algunos ejemplos de lo fructífero de las diferencias. Sin embargo no debemos perder de vista el objetivo principal, ese día en que Unicenter y la Salada sean sinónimos, y así entonces podamos convivir en paz.