sábado, 12 de febrero de 2011

…Y nos quejamos de Gran Hermano.

No es que yo sea un perseguido y vea conspiraciones por todos lados, no es cuestión de paranoia. Me gusta más atribuírselo a mi profesión. “Ese tipo no es un vecino, esto está re armado”, le dije tiempo atrás, no tanto, dos meses, cuando se desarrollaba el conflicto del parque Indoamericano. Ella no me quería creer, hasta que lo escuchó y me dio la razón. El viejo que hablaba por TN fogoneaba el clima y tiraba bosta al gobierno, y no me acuerdo exactamente qué dijo, pero se veía la mano de Duhalde. Hoy presenciamos la respuesta a aquella operación: Venegas, el campo, Oyarbide, el Gobierno y Duhalde.


Mi alarma de conspiraciones se encendió de nuevo hace poco, cuando en 6,7,8 le empezaron a dar manija al informe publicado por Página 12 sobre trabajo esclavo en la multinacional Nidera, y que como responsable de los trabajadores rurales venía a caerle encima al líder del gremio Jerónimo “Momo” Venegas. “Esto es una movida para pegarle a Duhalde”, dije, y a la semana la revista Veintitrés XXIII me dio la razón publicando en tapa a Venegas y Duhalde juntos. No es que uno sea re astuto, pero a veces la gente en su mundo no advierte estas cosas y me parece bueno traerlo.

El tema del trabajo esclavo es denunciado por la Afip, y no es un invento para que los medios dirigidos por el Gobierno tengan algo que publicar. Es tan cierto como los talleres clandestinos que operan en la Ciudad de Buenos Aires o los asesinatos de la mafia china, que ninguno de mis colegas parecen tener ganas de investigar, y eso que como se ve cuentan con los recursos suficientes. A propósito, ¿qué pasó con la represa de Ayuí Grande necesaria para el emprendimiento arrocero propulsado por el Grupo Clarín que tanto preocupaba al Gobierno?

El juez Oyarbide ordenó la detención de Venegas sin siquiera informar por qué lo hacia, mientras que el ex superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, con varios procesamientos sigue en libertad. Y el pobre “Capa”, quien fuera recaudador de la campaña de Cristina Fernández, hoy es rechazado por los dos Fernández, tanto Alberto (ex jefe de Gabinete) que lo acercó al Gobierno, como Aníbal, actual jefe de Gabinete y que quiere despegarse a toda costa. Pero al final, ¿todos formaron parte del mismo gobierno, no?

Del otro lado, Eduardo “carmelita descalza” Duhalde, se puso uno de los trajes (small) que más le gusta: el de víctima. Claro que hay que darle la razón (mal que nos pese), porque la campaña mediática en su contra lanzada desde los medios oficialistas es muy burda, y a parte el ex presidente de conspiraciones y boicots algo sabe, si no pregúntenle a Chupete. Otra curiosidad es que el candidato a “presidente del orden” haya permitido que para pedir la liberación del “Momo” se hayan cortado rutas.

Atrás del cabezón el arco opositor aprovechó para pegarle a la “viuda negra”, como bautizó tan respetuosamente la senadora puntana Liliana Negre De Alonso a la Presidenta de la Nación. El Pro, la UCR, y la Coalición Cívica se despacharon en contra de los manejos mafiosos del gobierno y se quejaron de la falta de independencia de la Justicia, la misma que parece no molestarles cuando concede medidas cautelares a Clarín y frena la Ley de Medios aprobada por el Congreso Nacional. La pobre pronosticadora Carrió debe estar lamentándose de haberse perdido el show por estar de campaña por EEUU. Tanto, tanto revuelo armó la detención de Venegas que hasta el pobre de Moyano tuvo que reunir a la CGT para tranquilizarlos y avisarles que con ellos “no hay drama”, digo, para emitir un comunicado denunciando la “persecución al movimiento obrero”.

Los ciudadanos quedan en medio de esta lucha entre “peronistas”, pero que no se remite solo a un ámbito de discusión política. Unos tienen el apoyo de los grupos económicos que utilizan sus multimedios, los otros usan el poder estatal para el combate, y hasta el poder que debería ser el más independiente queda manchado. A veces tendemos a pensar en elegir un mal menor, y en casos extremos es una opción válida, aunque después no salga bien. Pero otras no pasa por resignarse y aceptar, hasta octubre quedan varios meses y recién se están jugando las primeras cartas. Aunque parezca más divertido ver qué tan garca o no es Cristian U (¡!), hay cosas más importantes y que pueden ser igual de entretenidas, y lo mejor es que el sexo está asegurado!!




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